Voluntariado en un lugar mágico
Por Cristina Camacho.
My Small Help Perú se ubica en Ollantaytambo, en el valle sagrado de los Incas. Un pueblo mágico de 9,851 habitantes que embauca a cada persona que lo pisa. Sus calles puras construidas por los incas, quedan casi intactas por el barrio antiguo.
Rodeado de montañas repletas de caras con sus gestos, que te quitan el tiempo atrayendo tu mirada, preguntándote qué hay detrás de cada roca. Las historias podrán escucharlas de mano de los pueblerinos. La gente que vive aquí goza de una simpatía única que se echa de menos en otros países.
Allá donde mires, miles de colores pintan las calles, olores que te llaman a sus casas, risas de niños correteando por los empedrados, escalofríos que te llaman a mirar el cielo porque parece que este cielo no es como los demás. Rodeado de agua, que mata el silencio y te invade de una paz liberadora.
Es normal que en esta organización se respire un aire renovado cada día que te despiertas, desde nuestras ventanas tenemos una vista privilegiada. sus componentes y voluntarios tienen matices especiales que hacen mi estadía en este hogar maravilloso, me hace amar el lugar de diferentes maneras, solo llevo aquí un mes y ya estoy enamorada, de seguro todos los que estamos en la casa coincidirán conmigo.
My Small Help Perú se ubica en Ollantaytambo, en el valle sagrado de los Incas. Un pueblo mágico de 9,851 habitantes que embauca a cada persona que lo pisa. Sus calles puras construidas por los incas, quedan casi intactas por el barrio antiguo.
Rodeado de montañas repletas de caras con sus gestos, que te quitan el tiempo atrayendo tu mirada, preguntándote qué hay detrás de cada roca. Las historias podrán escucharlas de mano de los pueblerinos. La gente que vive aquí goza de una simpatía única que se echa de menos en otros países.
Allá donde mires, miles de colores pintan las calles, olores que te llaman a sus casas, risas de niños correteando por los empedrados, escalofríos que te llaman a mirar el cielo porque parece que este cielo no es como los demás. Rodeado de agua, que mata el silencio y te invade de una paz liberadora.
Es normal que en esta organización se respire un aire renovado cada día que te despiertas, desde nuestras ventanas tenemos una vista privilegiada. sus componentes y voluntarios tienen matices especiales que hacen mi estadía en este hogar maravilloso, me hace amar el lugar de diferentes maneras, solo llevo aquí un mes y ya estoy enamorada, de seguro todos los que estamos en la casa coincidirán conmigo.
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